Ricky Rubio vuelve a vestir la camiseta del Joventut de Badalona, el club donde todo empezó. Una noticia que no solo emociona al mundo del baloncesto, sino también al del fútbol perico.
El base del Masnou, además de ser una leyenda del basket español, es también un confeso aficionado del Espanyol

Ricky, socio desde pequeño, nunca ha escondido su pasión blanquiazul. Incluso durante su etapa en el FC Barcelona de baloncesto, mantuvo su carnet de abonado perico, dejando claro que los colores del corazón no se cambian.
Su compromiso con el club ha sido firme, silencioso pero sincero, como el de tantos seguidores pericos.
Ahora, en un regreso simbólico tras un año fuera de la pistas por sus conocidos problemas, Ricky representa ese espíritu de identidad y pertenencia tan perico. Vuelve a casa, con la misma humildad y pasión con la que un día se fue. Porque los grandes, como Ricky, nunca olvidan de dónde vienen.
Confeso. Lo que se dice confeso como que no.
Como no sea en la intimidad!!
Como los Gasol. Mucho lirili y poco larala.