Después de la bendita locura acontecida en nuestro preciado templo el pasado martes nos toca ya nuestra particular incursión en tierras gerundenses. Derbi o no derbi (para mí sí que lo es), ir a Girona o que venga el Girona es siempre un encuentro muy especial e interesante, para qué vamos a engañarnos, de esos que hemos marcado en rojiblanco en nuestro calendario blanquiazul.
Centrándonos, exclusivamente, en el ámbito deportivo, creo que será un encuentro trampa, me explico. El Girona FC, aunque parezca mentira, se ha reforzado muy bien en los últimos días del mercado veraniego y viene de hacer un gran papel en San Mamés ante un siempre exigente Athletic Club de Bilbao. Mención especial al pedazo de entrenador que tienen, Míchel Sánchez. En otras palabras, si no vamos allí a darlo absolutamente todo, seremos nosotros quienes paguemos los platos rotos del conjunto rival y caigamos derrotados. No queremos eso, por lo tanto, cabeza fría, corazón caliente y a por todas. Y quien pueda ir allí a animar en grada visitante que ni se lo piense porque, como ya he dicho anteriormente, en cada jornada nos va la vida. Cada jornada existente hasta la jornada 38 será una final. Esa es la realidad.
Espero con muchísima ilusión el encuentro de mañana y espero y deseo poder ganar. Luego ya vendrá el Betis, el cual tres días antes habrá jugado en Bulgaria. Ahí lo dejo. A buen entendedor, pocas palabras.
Vamos con todo Pericos. ¡Visca el RCD Espanyol de Barcelona SAD!
Joan Balazote